INVESTIGACIÓN EN RAPA NUI
Con el respaldo de un Fondart, del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, la periodista y escritora Patricia Stambuk inició en el año 2012 un activo trabajo de terreno para reconstruir con los testimonios de fuentes primarias un breve pero muy interesante periodo en la vida de los rapanui, entre 1965 y 1970. Sus hallazgos reafirman la hipótesis inicial de fuertes cambios sociales, económicos, culturales y políticos, que condujeron a los isleños a una transición y un nuevo orden sin retorno.
PATRICIA STAMBUK:
“Cuando terminé de escribir el libro
Rongo, La Historia oculta de Isla de Pascua (1914-1965), pensé que después de una
investigación con resultados tan potentes era difícil encontrar temas
de la historia contemporánea rapanui que fueran igualmente atractivos y
reveladores. Lo cierto es que tenía allí, ante mis ojos, los cinco años
siguientes, que habían sido de un dinamismo inesperado: el gobierno de Eduardo
Frei Montalva democratizó la isla, dando a sus habitantes la opción de elegir
autoridades municipales, entregó los primeros carnet de identidad, instaló el
Banco del Estado y puso en acción los servicios públicos básicos del Estado.
Al mismo tiempo que aumentaba la
dotación de Carabineros y de la Fuerza Aérea de Chile, iba llegando a Isla de Pascua un centenar de
miembros de la Fuerza Aérea de Estados
Unidos, USAF, para instalarse con una misión declarada como Centro de estudios
Ionosféricos. Eran también norteamericanos los restauradores del gran centro
ceremonial Tahai, a pasos de la villa, y lo eran, además, los primeros turistas
extranjeros que llegaban en grupos organizados por la agencia Limblad Travel. Todo
esto, porque ya se había terminado de construir en Mataveri una pista aérea capaz
de recibir aviones de guerra y comerciales.
Surgió
inevitablemente el mestizaje y una sociedad de consumo insospechada. Ni los
chilenos continentales conocían los productos que circulaban en Rapa Nui.
Hanga
Roa era en esos años un área dólar, con
bares y restoranes tipo antiguo oeste, calles polvorientas, mucha
diversión, jeans, cigarrillos importados, radios y cámaras fotográficas,
trabajo remunerado y comunicación aérea periódica. Las necesidades seguían
siendo muchas, pero ya no se apreciaba ese aire sufrido de pobreza y
sometimiento. Los rapanui experimentaban una libertad creciente, aunque también
padecían nuevas enemistades, a causa de una política partidista que apenas
entendían, pero que los separaba.
Ese
es el contexto de esta nueva obra. Más de 40 personas me han contado sus
vivencias de ese quinquenio. Para la mayoría fueron años dorados, los años del Open House, la casa abierta a los militares
extranjeros, a turistas, arqueólogos y funcionarios públicos. Y a las
personalidades nacionales y extranjeras que ahora podían llegar con cierta
comodidad a esta solitaria roca volcánica en medio de un mar lleno de atunes y
corales. Isla de Pascua recibiría en esos años la inmigración más numerosa de
toda su historia”.
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