Isla de Pascua
La exigencia de algunas familias rapanui para que se les devuelvan terrenos que hoy son ocupados por instituciones del gobierno o privados, y el dilatado conflicto por esas demandas insatisfechas- incluso con actos de violencia entre algunos nativos y la autoridad policial -son una expresión actual de una antigua deuda del país con esta etnia de raíz polinésica, tal como ha ocurrido con otros pueblos originales de Chile.
Con una actitud colonial indiscutida en su momento, e impropia a la luz de los criterios modernos, la pequeña isla volcánica fue considerada patrimonio de nadie; y por lo tanto concesionada y administrada como si sus primeros habitantes fueran turistas de paso. Prevaleció, por añadidura, la idea de asimilar esta cultura tan diferente a los usos y costumbres continentales. Arrendada a empresas extranjeras, con autoridades foráneas e incluso restricciones de desplazamiento territorial inconcebibles, los pascuenses vivieron más de seis décadas del siglo XX con sus habitantes en estado de pobreza, indocumentados, atemorizados y en total desigualdad con sus compatriotas continentales.
Más allá de las razones y motivaciones de cada caso en estas reclamaciones de terrenos familiares, subyace el desencuentro íntimo entre la visión paternalista y al mismo tiempo protectora que ha demostrado el Estado de Chile sobre Rapa Nui y el regionalismo floreciente de los isleños del siglo XXI, al amparo de las bondades del turismo, la pérdida del miedo y las ventajas de la democracia. La arrogancia que hoy se critica en ellos es, en buena medida, una respuesta al sometimiento y obligada pasividad que sufrieron y les transmitieron sus abuelos.
Para tener más antecedentes, sobre la deficiente forma en que el Estado chileno ha tratado a los pueblos originarios, en este caso, el pueblo RapaNui, recomiendo la lectura de tu libro Rongo. Si las autoridades conocieran la historia de RapaNui durante el siglo XX, que es lo que en forma de testimonios cuenta tu libro, estoy seguro que al menos se ruborizarían antes de enviar pelotones del grupo móvil a "hacer cumplir la ley". Esta es la expresión más depurada del colonialismo "la opresión se ejerce al imponer el estado de derecho"
ResponderEliminarBedrich dijo:
ResponderEliminarEl galardonado libro RONGO es ahora de lectura obligatoria para todo funcionario de gobierno que pretenda mejor resolver respecto de la Isla de Pascua y sus circunstancias: es un valioso aporte para mejor resolver...y no pecar de ignorante. Por ejemplo, S.E. Don Sebastián y Familia.